29 noviembre, 2017

Parte.3_Alex (Alex & Lena) Lauren Oliver


Busqué el conducto de la lavandería, tratando de respirar a través del
algodón sucio de mi manga. Empujando a la gente cuando tenía que
hacerlo. Sin importarme.
Tienes que entender. No estaba solo pensando en mí. Estaba pensando
en ella, también.
Era una posibilidad remota, pero no tenía elección .

¿Cómo la amé?
Déjame contar las maneras.
Las pecas en su nariz, como la sombra de una sombra; la forma en que
ella se mordía el labio inferior cuando estaba pensando, la forma en que
su cola de caballo se balanceaba cuando ella caminaba y cómo cuando
corría se veía como si hubiera nacido para ir rápido, cómo encajaba
perfectamente contra mi pecho, su olor y el tacto de sus labios y su piel,
que estaba siempre cálida, y cómo ella sonreía.
Como si tuviera un secreto.
Cómo inventaba siempre palabras durante el Scrabble. Hyddyn (música
secreta). Grof (comida de cafetería). Quaw (El sonido que hace un pato
bebé). Como eructó a su manera el alfabeto una vez, y me reí tanto que
escupí refresco por la nariz.
Y cómo me miraba como si pudiera salvarla de todo lo malo en el mundo.
Esta era mi secreto: Ella fue la que me salvó.

Parecía que, hacía una eternidad me había acostado en la cama con
Lena, sentido su aliento haciéndome cosquillas en la barbilla y haberla
abrazado mientras ella dormía, sintiendo que su corazón latía a través
de su piel a la mía.
Fue hace mucho. Todo era diferente.
La casa había sido destruida.

Mi antigua casa, donde había yacido con Lena, escuchado su
respiración y deseado que la oscuridad se quedara para siempre y así
pudiéramos estar allí, juntos, por siempre—eso había desaparecido
por completo.
Puf. Sólo alguna hoja de metal y los escombros de hormigón de la
cimentación.
Tal vez debí haberlo sabido. Tal vez debí haberlo tomado como
una señal.
Pero no lo hice.

"¿Qué pasó con los colonos?" Le pregunté. Estaba pensando en
Lena. Por supuesto. Siempre estaba pensando en Lena.
"¿Consiguieron escapar?"
"No todo el mundo". Rogers estaba nervioso. Siempre moviéndose,
levantándose y sentándose, golpeando su pie. "Aunque, muchos de
ellos lo lograron. Al menos, eso es lo que he oído. Fueron hacia el sur,
empezaron a hacer el trabajo para la R allá abajo".

Rogers me dijo que la Tierra Salvaje ya no era segura nunca más,
no como solía ser. Nos pusimos de acuerdo para tomar un par de
horas de sueño y luego despegar. Le sugerí ir al Sur. Ahí era donde
todo el mundo se había ido—Ahí era donde Lena, si hubiera
sobrevivido, estaría. No tenía idea de dónde. Pero yo la encontraría.

No pasó mucho más que un solo disparo.
Como montar una bicicleta pensé, y de repente me vino una imagen
de Lena montada en su bicicleta, arrastrándose por la playa, con las
piernas fuera, riendo mientras sus neumáticos se estremecían en la arena.

“¿Cual es la peor cosa que has hecho en tu vida?”
Estábamos tumbados en una manta en el patio trasero de Brooks 37,
como hicimos siempre ese verano. Lena estaba a mi lado, su mejilla
apoyada en su mano, su pelo suelto, hermosa.
“La peor cosa que he hecho...” finjo que pienso en eso. Luego la tomo
de la cintura y giro, para que quede encima mío mientras ella me ruega
que le deje de hacer cosquillas. “Es lo que estoy pensando hacerte justo
ahora”.
Ella se ríe y me empuja su cuerpo lejos del mío. “Estoy siendo seria”
dice y pone una mano en mi pecho. Está usando una camiseta strapples
y puedo ver las correas de su sujetador rosa pálido. Extiendo la mano y
paso un dedo a lo largo de su clavícula, mi lugar favorito: como las
siluetas de unas pequeñas alas.
“tienes que contestar” seguramente le habría dicho. Me hubiera gustado
escucharla decirme que estaba bien, que me seguía amando, que nunca
me dejaría.
Pero entonces ella se hizo para atrás y me beso, su cabello haciéndome
cosquillas en el pecho, para después mirarme con sus brillantes ojos
color miel. “quiero saber todos tus más profundos secretos”.
“¿Todos ellos? ¿Estas segura?”
“Mm-hmm”
“Tu apareciste en mis sueños la noche pasada”
Sus ojos estaban sonriendo “¿Un buen sueño?”
“Ven aquí” le dije “Y te mostrare”
Ruedo sobre la manta para quedar encima de ella. “ Estas mintiendo”
dice, pero está riendo, su cabello está desplegado por toda la manta
“No respondiste mi pregunta”
“No tengo por qué” digo, y la beso “Soy un ángel”
Soy un mentiroso
Siempre estuve mintiendo. Ella se merecía un ángel, y yo quería serlo
por ella.
Cuando estaba en las criptas, normalmente me quedaba despierto y
hacia una lista de las cosas que ella debería saber, cosas que le diría si
alguna vez la encontrara de nuevo, como el matar a ese viejo hombre
llamado Hicks cuando tenía diez, mis manos temblaban tanto que Flick
tuvo que sostener mis muñecas para estar estable. Toda la información
que pase mientras estaba en Portland, mensajes de códigos y signos,
información usada no-se-como para no-se-que. Mentiras que escuche
y tuve que decir. Veces en las que decía que no estaba asustado y si lo
estaba.
Y ahora, estos últimos pecados: dos reguladores, muertos.
Y uno más en el camino.

Así que lo hice, lo ayude. El estaba muriendo de todas formas, lento,
puse una bala atreves de su cabeza, así podría irse rápido.
Lo siento Lena

Pero solo preocupado de una cosa. Cada vez que íbamos a un
campamento, mis ilusiones se disparaban otra vez. Tal vez en este...
tal vez esta vez... tal vez ella estuvo ahí, pero entre mas y mas lejos
de Portland íbamos mas asustado estaba. No pudiendo encontrar a
Lena, ninguna manera de saber si ella estaba a salvo incluso.

Nos encontramos a un comerciante que iba en dirección opuesta,
hacia el norte de cañada. Acampo en la noche con nosotros, y en
la tarde cuando desenrollo una manta con todos los productos que
traía para vender: tabaco, café, antibióticos, un par de anteojos (no
sueles ver un par de anteojos en la colección de un comerciante,
pero con el ajuste correcto, se podía tomar como un arma, que era
mejor que no tener nada) Después lo vi: enterrado en una montaña
de joyería, basura que nadie usaría excepto como chatarra. Un
pequeño anillo turquesa en un aro plateado. Lo reconocí de inmediato.
Se lo vi usar cientos de veces. Se lo quitaba cuando quería besar su
cuello, su clavícula. Le ayudaba quitando el pequeño cierre y ella se
reía por que mis dedos eran demasiado torpes
“¿Dónde encontraste esto?” le pregunto, tratando de que mi voz suene
normal. La turquesa se siente caliente en mi mano, es como su pudiera
encontrar un poco de ella en la piedra.
“¿Bello no?” es bueno en lo que hace: habla rápido. Un chico que sabe
cómo sobrevivir. “El anillo probablemente se vendió en una cantidad
decente en algún otro lugar. Cuarenta y cinco dólares, si es que necesitas
dinero en efectivo. ¿Cuánto me das por él?”
“No lo quiero comprar” digo, aunque quiero. “Solo quiero saber donde
lo encontraste”
“No lo robe” dice
“¿Dónde?” digo otra vez
“Una chica me lo dio” dice, y paro de respirar.
“¿Cómo lucia?” grandes ojos, como maple, cabello suave. Perfecta
“Cabello negro” dice. No. Este mal.”Probablemente en sus 20. Tenía
un gracioso nombre: Bird, no Raven. Ella paso por este camino de
hecho. Vino al sur el año pasado con toda una tripulación”. Baja la
voz y me guiña un ojo. “cambio el anillo y un buen cuchillo, solo
por una prueba. Ya sabes de lo que estoy hablando”
Pero he parado de escuchar. No quiero saber acerca de la chica,
Raven, o cualquiera que fuera su nombre-quiero saber si tal vez ella
lo tomo a la fuerza de Lena. Yo sabía que esa fuerza significaría que
Lena estaba muerta. Pero también podría significar que ella lo hizo,
que se unió a un grupo en alguno de los hogares. Tal vez Lena tuvo t
ratos con esta chica, Raven, por algo que necesitara.
Esa es mi única esperanza.
“¿A dónde fue ella?” me levanto. Este obscuro alrededor. Pero es
que no puedo esperar. Es mi primera-mi única- pista sobre donde
podría estar Lena.
“En un almacén justo afuera de White Plains,” dice “Es un gran
grupo de ellos. Dos o tres docenas” entonces frunce el seño. “¿Estas
seguro que no quieres comprarlo?” seguía teniendo el anillo entre
mis manos.
“Estoy seguro” digo, y lo pongo abajo cuidadosamente. No quiero
dejarlo atrás, pero no tengo nada, ni las armas que tome de los
reguladores, ni sus identificaciones. Nada con lo que pudiera hacer el
intercambio.
Los hombres con los que estaba decían que probablemente estábamos
a diez millas de Bristol, Connecticut; eso significaba que Nueva York
estaba a otras cien millas de distancia, y White Plains treinta menos
que eso. Podría hacer treinta millas en un día si el terreno era bueno y
no me detenía a acampar más que unas horas esa noche.
Tenía que intentarlo. No tenía ni idea del tiempo que Raven estaría
antes de moverse y el tiempo de Lena, si ella estuviera con ellos,
posiblemente también se movería pronto. Yo había estado preguntando,
rezando, para encontrarla, por un signo de que ella estuviera a salvo. Y
esa señal vino.
Esas cosa de la fe. Estaba trabajando.
Los hombres con los que iba me dieron una linterna, una manta
desmontable, y tanta comida de la se podían separar. Aunque ellos
dijeron que era una locura empezar el viaje de inmediato, en la
obscuridad, solo. Tenía razón. Era demasiado loco. Amor Deliria
Nerviosa. La más mortal de todas las enfermedades.

Eso es Zombilandia: frio, calma, silencio. Es el mundo después de una
nevada, la paz que viene con ella, el silencio sordo y el sentido de que
nada en el mundo se mueve. Es hermoso, a su modo. Tal vez es mejor
así.
Pero como alguien que ha visto el verano -grandes explosiones de gris
y el cielo iluminado como una explosión de electricidad a la puesta del
sol, un montón de flores y viento que huele a miel- elegiría la nieve? 



 Fin








Parte.2_Alex (Alex & Lena) Lauren Oliver


Eventualmente, ella llegó. Apareció de pronto, exactamente como
había hecho ese día — ella dio un paso a la luz del sol, saltó, se rió
y echó la cabeza hacia atrás, por lo que su larga cola de caballo
casi rozó la cintura de sus jeans.
Después de eso, yo no podía pensar en otra cosa. El lunar en la parte
interior de su codo derecho, como una mancha negra de tinta. La forma
en que se arrancaba las uñas a pedazos cuando estaba nerviosa. Sus ojos,
profundos, como una promesa. Su estómago, pálido y suave, precioso, y
la pequeña cavidad oscura de su ombligo.
Casi me volví loco. Sabía que ella debía pensar que estaba muerto.
¿Qué le había sucedido después de cruzar la valla? ¿Lo había hecho?
No tenía nada, ni herramientas, ni comida, ni idea de a dónde ir. La
imaginé débil, y perdida. La imaginé muerta. Bien podría estarlo.
Me dije que si estaba viva iba a seguir adelante, me olvidaría, sería
feliz de nuevo. Intenté decirme a mí mismo que era lo que quería para
ella. Sabía que nunca volvería a verla.
Pero la esperanza llegó, no importa cuán duro y rápido traté de sacarla
fuera. Al igual que estas hormigas coloradas diminutas que solíamos
tener en Portland. No importaba lo rápido que las mataran,
siempre había más, un flujo constante de ellas, resistentes,
siempre multiplicándose.
Tal vez, la esperanza dijo. Tal vez.
Es curioso cómo el tiempo sana. Al igual que la bala en mis
costillas. Está ahí, sé que está ahí, pero apenas puedo sentir
nada más.
Sólo cuando llueve. Y a veces, también, cuando recuerdo.


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Parte.1_Alex (Alex & Lena) Lauren Oliver


Llamé al departamento de bomberos desde un viejo teléfono público,
disfrazando la voz. No me quedé a verlos llegar.
Salvaron el granero, por lo menos. Me enteré más tarde. Incluso fui a
algunas fiestas allí, años más tarde, en las noches que no podía
aguantar más: todos los engaños, los secretos, el sentarse a esperar
para obtener instrucciones. Incluso, la vi allí, una vez.
Pero nunca volví sin recordar el fuego — la forma en que se comió
el cielo, el sonido de una casa, un algo, encogiéndose a nada.
Era por esto que era como el despertar en las criptas. No muerto.
Pero sin ella.
Como quemándome vivo.

Pero lo peor fue dónde ellos me pusieron. La antigua celda donde una
vez había estado con Lena, mirando las palabras grabadas en la piedra.
Una sola palabra, en realidad. Sólo Amor, una y otra vez.

Yo no pensaba en escapar. No pensaba en ella. Eso vino después. No
estaba pensando en nada en absoluto. Era solo voluntad, que forzaba
mi sangre a través de mis venas, a mi corazón a mantenerse abriendo
y cerrándose; y a mis piernas a intentar y moverse.

En mi mente, yo estaba reviviendo toda mi vida de nuevo— lentamente,
tomando mi tiempo. Retrasándolo.
Porque sabía que, tarde o temprano, llegaría a ella.
Y entonces... Bueno, ya había muerto una vez. No podría sobrevivir a
esto, otra vez.


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Parte.1_Raven (Alex & Lena) Lauren Oliver


No hay rastro del chico que llego la noche pasada, el fugitivo de las criptas, joven,
un tipo silencioso. Apenas dijo una palabra antes de caer en la cama. Se veía como si
le hubieran maltratado durante bastante tiempo. Es de la parte del mundo de Lena.
No puedo dejar de sorprenderme.


Fin



Parte.10_Raven 3 (Tack & Raven) Lauren Oliver


Pongo mi mano abajo en su pecho, lo que facilita el empujarlo
hacia atrás. “¡Fuera de mi espacio aéreo!”
“Te eh hecho una pregunta”
“No hables con ella de esa manera” Tack salta, y ya sé que
termino.
“Está bien”. Estoy demasiado cansada para discutir.

Cierro los ojos y respiro profundamente, pienso en la cabaña de piedra,
envuelta en una capa de nieve. Abro los ojos de nuevo
“Hemos tenido que hacernos cargo de algo” Tack está diciendo.
“Pero ahora está todo listo”, le digo rápidamente. Le echo un vistazo a
Tack, tratando de comunicarle con mis ojos: déjalo ir. Déjalo caer,
vamos a salir de aquí.
“Casi lo dejamos sin ti” Pike dice, todavía no está listo para perdonar.
“Danos veinte minutos” le digo, y entonces se desplaza a un lado y
nos deja pasar.
La habitación en la que nos hemos estado durmiendo, se ha desmontado.

“Uno de mis cuchillos falta” dice Tack. Voltea el colchón de la cuna
fuera de la estructura. Ahí es donde escondemos las cosas importantes,
las cosas que no deseas que otras personas vean. O es exactamente un
escondite o un lugar, ya que todo el mundo lo usa, es más como un
límite.
Tack empieza a volverse loco, tirando de las mantas delgadas, golpeando
hacia afuera las almohadas. “Uno de mis mejores cuchillos”. Por un
segundo la necesidad de contarle, es abrumador. Se construye como una
burbuja en mi pecho. Vamos dice. Solo tú y yo. Vamos a dejar la lucha
de lado. En cambio digo. “¿Ya revisaste la van?”.
Cuando Tack sale de la habitación, me quedo sola. De repente tengo que
verla de nuevo. Necesito saber que es verdad.
Me pongo en cuclillas y meto la mano entre el colchón y la estructura
de mi cama. Después de un minuto de torpeza, aparece: un metro
pequeño, apenas más grande que una cuchara, cuidadosamente en
una bolsa de plástico. Me costó uno de los cuchillos de Tack y una
cadena de plata y turquesas de Lena. Que me dio cuando ella cruzo
por primera vez.

Me siento sobre los talones ah alisar el plástico delgado, por lo que
puedo ver los resultados, dos líneas paralelas débiles, como una escalera
que conduce a alguna parte. Embarazada
Huellas de sonido en el pasillo. Yo rápidamente meto la prueba de nuevo
bajo el colchón.
Mi corazón late fuerte y rápido.
Tal vez sea mi imaginación, pero creo sentir otro latido, el pulso débil en
algún lugar debajo de mi caja torácica. Contestándome.
La primera, la llamaremos Blue. 



 Fin







Parte.9_Raven 3 (Tack & Raven) Lauren Oliver


Recientemente he tenido la fantasía cada vez más y más: aquel en el
que Tack y yo huimos, desaparecemos bajo el muy abierto cielo del
bosque, con las hojas verdes, dándonos la bienvenida.
En mi fantasía entre más caminamos, más limpio es el camino, como
al igual que el bosque se frota y con el paso de los años, toda la sangre,
los combates y las cicatrices se borran.
Y en esa fantasía, mi vida de fantasía, encontramos una cabaña de
piedra escondida en el bosque, sin tocar, equipada con camas,
alfombras, platos y todo lo que necesitamos para vivir; como si hubiera
sido construida solo para nosotros y hubiera estado esperando todo este
tiempo.
Pescábamos en el arroyo y cazábamos en los bosques en el verano.
Cultivamos patatas, pimientos y tomates grandes como calabazas.
En el invierno nos quedábamos dentro junto al fuego mientras la
nieve caía a nuestro alrededor como una manta.
Tenemos cuatro hijos, tal vez cinco. La primera sería una niña,
tontamente hermosa, y la llamaríamos Blue. 


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Parte.8_Raven 3 (Tack & Raven) Lauren Oliver


Tack está esperándonos con la camioneta en la vigésimo cuarta
avenida, justo como dijo que lo haría. Abro la puerta de carga
para Lena y Julián entren.
“¿Los tienes?” Tack pregunta cuando me subo al asiento del
copiloto.
“¿Estaría aquí sino?” le respondo. Frunce el ceño
“¿Qué te has hecho?”. Le doy la vuelta al espejo para echar un
vistazo: tengo algunos cortes desiguales en la mejilla y el cuello,
llenas de sangre. “Es solo un rasguño” le digo secando la sangre con
la manga de mi sudadera.
“Vámonos entonces” Tack dice, y suspira. Enciende el motor y nos
saca a la calle, gris y borrosa por la lluvia. Procuro mantener la manga
pegada al lado de mi frente para detener la hemorragia. Hacemos todo
el camino hasta la autopista del West Sido antes de que Tack hable de
nuevo.
"Es un riesgo, llevándolo de vuelta con nosotros", dice en voz baja.
"Julián Fineman. Mierda. Un gran riesgo”.
"Voy a asumir la responsabilidad." Vuelvo la cara a la ventana. Puedo
ver el fantasma de contornos de mi reflexión, sentir el zumbido de aire
frío a través del cristal.
"Es importante para ti, ¿no? Lena, quiero decir. “la voz de Tack se
queda tranquila. "Es importante para el movimiento:" contesto y veo a la
chica-fantasma hablar de lo mismo.
Tack no dice nada durante un segundo. Entonces siento su mano en mi
rodilla.
“Lo habría hecho por ti también” dice incluso más tranquilo. “Si hubieras
sido capturada. Lo haría. Habría regresado. Me habría arriesgado” me
vuelvo a mirarlo.
“Ya lo has hecho, regresar para mi” le digo. Recuerdo el primer beso, y
la calidez de Blue entre nosotros, Tack y sus labios, secos como huesos,
suaves como la sombra. Todavía no puedo decir su nombre pero creo
que sabe de lo que estoy pensando. “Tu volviste por nosotras.”


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